Esto debe ser del pasado

Esto debe ser del pasado

NO !! no es Haiti

NO !! no es Haiti

¿Que ciudad Queremos ?

Atrevamonos a Soñar una BarrancaBermeja mejor.
La pregunta es :¿Como queremos vivir ?
"Una Ciudad Limpia y Bien mantenida es un atractivo implicito para un inversionista"

Nuestra Ciudad pasarà de ser la Capital Petrolera de Colombia a ser la Capital Ambiental de Colombia.
¿ Quien me acompaña en este gran desafio ?

miércoles, marzo 16, 2011

PARAMO DE SAN TURBAN: OPERACIÓN JAQUE


Uno de los momentos cúspide del entonces ministro de defensa Juan Manuel Santos en el gobierno Uribe, fue el exitoso desarrollo de la operación jaque; misión de inteligencia militar enfocado en consolidar la política de seguridad democrática mediante la liberación de secuestrados “primera clase” dentro de los cuales se encontraba una ciudadana colombo-francesa, 3 gringos y 11 hombres de las fuerzas armadas. Con esta operación, el presidente y su ministro dejaron claro que la insurgencia y sus absurdos métodos de lucha en el país, tienen los días contados. Es decir, están en Jaque.


El ex ministro empolla hoy los huevos de Uribe pero con la diferencia que como presidente, el Señor Santos Calderón los ha llamado las Locomotoras de la prosperidad democrática. Una de estas cinco maquinas es la Minería que promete un ¡boom! , una bonanza minera. Petróleo, gas, oro, carbón, se encuentran dentro de los minerales que, según el gobierno, harán detonar los motores del crecimiento sostenido y con toda seguridad harán detonar los ecosistemas con su flora y fauna en las más de 40 millones de hectáreas que de momento se encuentran en trámite de licitación, para exploración y explotación minera en el país. Tolima, Boyacá, Quindío, Antioquia, Cundinamarca, Santander entre otros son los departamentos que les tocará poner el pecho a la brisa y sacrificar parte de su biodiversad y productividad agroecológica para dinamizar la economía en el nombre de la prosperidad democrática.


En Santander se abrió el debate por el proyecto Angostura de la empresa canadiense GREYSTAR, que tiene por objeto la extracción de oro y plata a cielo abierto en el extremo nororiental del departamento en la zona conocida como páramo de Santurban. Este ecosistema de 92 mil hectáreas es compartido un 77 % en norte de Santander y 23% Santander; la diferencia estriba en que la Corporación Autónoma de Norte de Santander (Corponor) declaró su lado del páramo como parque natural regional en 2008, y de este lado, el páramo está expuesto jurídicamente al no estar delimitado y protegido como parque natural, muy a pesar que la Ley 1382 de 2010 art. 3 (norma que modifica el código de minas), define los ecosistemas de páramos como zonas excluibles de la minería. No obstante, es importante resaltar que esta zona enmarcada por los municipios de California y Vetas, ha sido de vocación minera de siglos atrás y los canadienses han estado allí desde 1994 realizando los estudios geológicos de rocas, suelos, túneles, sedimentos que determinaron la productividad minera de la zona y la identificación de un yacimiento ubicado en California con una proyección de 511.000 onzas de oro y 2,5 millones de onzas de plata ANUALES durante una vida útil de 15 años. Y esto significa varios miles de millones de dólares en ganancias para los inversionistas.


El asunto se enreda en las divergencias de aquellos que ven la minería como una amenaza a la productividad de los ecosistemas (Agua, Aire, Biodiversidad) y los que solo ven dólares. La explotación de recursos minerales no ha dejado gratas experiencias en zonas mineras de nuestro país. Regularmente la riqueza natural viene acompañada de pobreza, contaminación, violencia, explosión demográfica, corrupción, aculturación y todos esos males conexos. Recordemos los municipios productores de Esmeraldas en Boyacá ó los productores de oro en Choco o los municipios petroleros como Barrancabermeja. Riqueza y miseria frotándose las manos. Sin embargo el proyecto Angosturas reviste un componente adicional que permite proyectar no solo las tragedias sociales de los pueblos mineros y los miles de millones de dólares que hay enterrados, sino la debacle ecológica para ecosistemas productivos y estratégicos del país cuando se habla de proyectos de gran minería. Santurban es hoy, gracias a la manifestación pública de múltiples sectores políticos, gremiales y sociales, tema de debate político nacional, porque según ambientalistas, de otorgarse la licencia ambiental para este proyecto de 1100 hectáreas, significaría la puerta de entrada para hacer minería en 122 mil hectáreas de páramos que actualmente cuentan con título minero y esperan licencia para explotación, asunto que sin duda consolidaría la bonanza minera ó la visión COLOMBIA MINERA 2019 y el arranque definitivo de la locomotora Santista, dejando en jaque las fábricas de agua del país, los páramos.

¿PORQUE SAN TURBAN ?


Haciendo un breve repaso, la importancia ecológica de un Páramo radica en su función de “gran esponja de agua” que absorbe la humedad de las nubes entre los 3 mil y 4 mil msnm, zonas donde se forman fuentes naturales de agua potable que posteriormente abastece municipios y progresivamente formarán ríos como el Magdalena que nace en el Macizo Colombiano, Páramo de las Papas, a una altura de 3685 metros. Para Santurban además de la función paisajística y ecoturística de su entorno, se reconoce una importante biodiversidad representada en 80 lagunas, 457 especies de plantas, 201 especies de aves, 58 especies de mamíferos, 17 especies de anfibios, 17 especies de reptiles, bosques de robles, diversidad biológica que estaría amenazada con el desarrollo de la gran minería a cielo abierto.


Sin embargo para Steve Kerlser dueño del aviso Greystar, “el páramo tiene más protección con minería responsable que con la minería ilegal que necesariamente se viene generando en la zona hace décadas, porque hay oro”, lo cual tiene sentido ya que el señor Kerlser no desea compartir las 15 Toneladas anuales (511.000 onzas/año) de oro que extraerá de la zona para poder recuperar la inversión en exploración, construcción, operación que le dejaría una ganancia de mínimo 10 mil millones de dólares sin contar las ganancias por las 70 Ton/año de Plata (Ag). De toda esta montaña de dinero, la comunidad como siempre se quedará con las boronas de las regalías estimadas en 225 millones de dólares que no incluyen planificación económica y social de largo plazo para garantizar su desarrollo con calidad de vida que evite las tragedias de pueblos mineros durmiendo en colchones de billetes comiendo migajas y enfermos.


La comunidad de los municipios mineros, está de acuerdo con el proyecto porque piensan en sus empleos directos y ocupaciones indirectas así como en el beneficio de un centro de salud, una calle pavimentada, unos pupitres para el colegio y todas esas cosas que los gobiernos jamás les ha dado, por lo tanto no quieren dejar pasar la oportunidad, así tengan que sacrificar su estilo de vida de pueblo por un nuevo esquema con forasteros, comerciantes, traficantes, políticos corruptos, obreros, inusitada prostitución, violencia, etc.. Pero eso sí, “empleo y plata en el pueblo”.


COMO ESTAN LAS COSAS…
 En este momento la decisión de otorgar o no licencia ambiental al proyecto, está en manos del ministerio de ambiente vivienda y desarrollo territorial (MAVDT).


 La Greystar dice que ha invertido hasta el momento 140 millones de dólares en exploración y tiene proyectado invertir 4000 millones de dólares más en construcción y operación.


 Al negar la licencia quedaría en jaque la confianza inversionista dada por la estabilidad jurídica para decenas de empresas norteamericanas, australianas, y asiáticas esperanzadas en obtener los minerales colombianos baratos, como se proyecta en la visión Colombia minera 2019 de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) que en 2006 proyectó a Vetas como Distrito minero.


 De igual forma negar la licencia implicaría que el gobierno puede asumir el control de la minería ilegal en las zonas excluidas por la norma.


 Otorgar la licencia dejaría en jaque los ecosistemas estratégicos y sus servicios ambientales como el abastecimiento de agua de cientos de municipios de la zona andina donde se encuentra el 70% de la población del país, aumentando la vulnerabilidad de los habitantes, las cuencas, la regulación hídrica de los suelos y los impactos por olas invernales.


CONCLUSION


En mi opinión, el proyecto debe salir del páramo. El sueño del ejecutivo de una Colombia minera se puede convertir en una pesadilla de mil demonios si no hacemos respetar nuestro patrimonio natural y pensamos solo en las ganancias y no, en los servicios ambientales, la seguridad, autonomía y soberanía alimentaria. Necesitamos el petróleo, el gas, el carbón, el oro, la plata, el níquel, etc., pero también necesitamos agua limpia, aire limpio, salud y vida. Por eso es necesario priorizar y saber dónde se puede y donde definitivamente no se puede hacer minería.


El día de su posesión, el señor Juan Manuel Santos visitó la sierra nevada de Santa Marta para conectarse con los poderes de la naturaleza que allí residen y recibir los concejos de los sabios mamos Arhuacos, Kankuamos y Koguis, espero que tal conexión haya sido real y de sus frutos.


Barrancabermeja, Marzo 15 de 2011

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